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Cambiante ha sido la forma en que quienes se encargaban de contratar personal decidían acerca de los méritos de los candidatos. Aparte de sus datos académicos, sus condiciones para realizar el puesto y otra serie de requisitos, primaba por encima de todos ellos la experiencia. Los años que habían desempeñado esa labor en otra empresa, que sus habilidades quedasen sobradamente demostradas por un aval de años de práctica. Ocurría que muchos jóvenes, en gran parte estudiantes recién salidos de la facultad, veían como se les cerraban ante sí las puertas a las que pacientemente habían llamado.

Hablar del Plan FIJA es hablar de la recuperación de la olvidada figura del aprendiz. Jóvenes que entran en una empresa y van aprendiendo, con el paso del tiempo, todas las complejidades y dificultades de su oficio, hasta llegar a convertirse en buenos profesionales. Estamos ante una experiencia innovadora en España que acerca a jóvenes de 16 a 20 años al mercado laboral, ofreciéndoles la posibilidad de trabajar y formarse en la profesión que han elegido.

Andrés Esteban es licenciado en Geografía e Historia y desde un primer momento ha desempeñado la ocupación profesional de educador especializado, primero en el sector privado, luego en la DPZ y actualmente en la DGA, si bien desde hace un tiempo ha asumido responsabilidades sindicales a dedicación plena.

En un mundo tan cambiante, donde los acontecimientos y los hechos nos desbordan, no resulta ilógico que las personas se sientan, a menudo, perdidas. Una vez que el trabajo ha logrado asentarse en la cima de los valores, aparecen de entre sus sombras otros factores, como el tiempo libre, que suben hacia la cúspide.

Un nuevo anglicismo que denota algo que existe desde siempre. Los jefes normalmente, y también otros compañeros, ejercen sobre algunos empleados un control psicológico que les hace la vida imposible. Los motivos, envidia y competencia. Las víctimas suelen ser personas creativas, que hacen bien su labor. Su experiencia vale más que mil definiciones.

Yolanda Carrillo es la directora de CPOP, Centro Permanente de Orientación Profesional para jóvenes de Zaragoza y Provincia. Su labor es orientar a los adolescentes zaragozanos en ámbitos escolares y laborales. Está especialmente dirigido al colectivo comprendido entre los 14 y 19 años y trata de darles toda la información posible acerca de las salidas profesionales de uno u otro programa de estudio. Este servicio, desarrolla su labor durante todo el año de Lunes a Jueves en horario de 9 a 14 horas y 16:30 a 20 h y los Viernes de 8 a 15 h.