Empleo

"Ganarás el pan con el sudor de tu frente"(Génesis, 3,17-19). Y desde aquellos primeros días no ha dejado de ser así para el común de los mortales. Castigo del Señor o bendición divina. La verdad es que el momento fatídico que anuncia el despertador y las horas posteriores dedicadas al trabajo que, si ya no ingratas, son para la mayoría agotadoras, hacen que se vivan como una condena. Pocos tienen la suerte de desarrollar la actividad que desean.  

Las personas o colectivos calificados como "en riesgo de exclusión social" ven aumentado este riesgo cuando la sociedad cambia hacia nuevos modelos, pues la propia marginalidad en que esas personas se encuentran, les impide utilizar las herramientas necesarias para engancharse a los cambios y aprovechar sus ventajas.  

Hay tragos difíciles de pasar, como ese en el que a uno le comunican que tiene que abandonar su empleo. Más teniendo en cuenta si se lleva un determinado tiempo en la empresa y se tienen ciertas obligaciones personales, llámese mantener una familia, pagar una hipoteca, los plazos del coche o cualquiera en las que una persona se halle inmerso. El shock pasa factura, sin importar la condición del sujeto.

El Reino Unido apuesta una vez más por enfermeros y enfermeras españoles. El Servicio de Salud Británico, en esta su tercera convocatoria anual, estima superar las 500 plazas de anteriores ediciones. Sólo se necesita ser diplomado y estar interesado en perfeccionar el nivel de inglés. El sueldo mínimo, unos 2.050 euros brutos al mes.

Las habilidades sociales en la práctica profesional son fundamentales a la hora de buscar y encontrar un empleo. Tanto las relaciones interpersonales como la comunicación, componentes cognitivos y de conducta o el entorno son claves en este aspecto. La relación es una parte esencial de la actividad humana. Muchos de los problemas personales, en nuestra sociedad occidental están mediatizados por la relación con los otros.

En Europa, la situación del empleo es muy cambiante de un país a otro o incluso entre regiones del mismo país. Con una simple mirada vemos que donde mejor se defiende el empleo es en los países del centro de Europa con una posición adelantada de Holanda, Luxemburgo, Dinamarca y Bélgica. Prácticamente al mismo nivel, están los países de la península escandinava.  

Llegar al trabajo. Sentarse en la silla frente al ordenador y a las carpetas llenas de papeles. Encender el primer cigarrillo para afrontar la jornada. Un pitillo tras otro que dará como resultado un cenicero lleno de colillas. Si ese gesto es secundado por más fumadores, el ambiente que se genera es irrespirable.  

Creo que todos nos hemos hecho alguna vez preguntas como ¿estamos satisfechos del trabajo que tenemos?, ¿para qué estudié aquello si ahora tengo otro empleo? ¿y si hubiera estudiado eso?.Una gran mayoría de las personas que conocemos, acaban trabajando en algo diferente a lo que inicialmente han estudiado. Esta situación se agrava cuanto menor sea la especialización adquirida en la formación.

Un nuevo concepto de trabajo está empezando a encontrar hueco en la sociedad española. Con más incidencia en EE.UU. y en Europa, el freelance (profesional independiente) surge de manera lenta en España. Las relaciones de trabajo van a dar un cambio importante en los próximos años. El trabajador que pertenece de por vida a una empresa va a dejar su espacio a un profesional que se vincule sólo por la realización de proyectos concretos. Ambos modelos coexistirán en el futuro.

Todos sabemos de la dificultad que supone hoy encontrar un trabajo. En una sociedad tan cambiante como en la que vivimos, donde hay que competir para casi todo y dar el cien por cien, es necesario no solo estar bien preparado en tu carrera profesional, sino que estar aprendiendo continuamente cosas nuevas, pues los procesos de producción cambian muy rápidamente. Y en un periodo de tiempo corto no solo hay que dejar de hacer una cosa para fabricar otra, sino que hay que cambiar de oficio generando necesidades formativas tanto al trabajador como al empresario.