Programa Leonardo da Vinci: estancias en el extranjero

Su dimensión europea se traduce en la existencia de los Programas trasnacionales de estancias e intercambios, que permiten a los alumnos que realicen tales cursos viajar a otras naciones. Mediante este sistema se hace posible la confrontación de ideas, el acercamiento de las distintas visiones relacionadas con el trabajo y la comprensión de las peculiaridades que imperen en cada zona. Viajar siempre ha sido una forma de incorporar conocimientos y desterrar viejos tabúes. Conviene allanar el camino en el proceso de integración profesional. No se trata, como pensaba Unamuno, de “europeizar España” ni de “que inventen ellos”. Es algo tan sencillo, y tan complicado, como superar barreras, acercar posturas y colaborar en metas comunes.
Estudiantes de cursos patrocinados por el IMEFEZ tuvieron este verano la posibilidad de viajar a Praga e llomantsi (Finlandia) acompañados de dos profesores, Luis Benedicto y Marcos Clavel. A través de ellos conoceremos cómo consideran la experiencia y la importancia que tiene un proyecto como el Programa Leonardo.

Programa Leonardo

¿En qué consiste el Programa Leonardo?

Marcos Clavel: Se trata de un programa de movilidad dentro de la Unión Europea encaminado, sobre todo, a personas que están realizando cursos de formación profesional de cualquiera de los tres grupos: nacional, formación profesional y continua en el trabajo. Desde el IMEFEZ y desde los centros de formación y escuelas taller dentro del ámbito de la formación profesional ocupacional presenta proyectos de movilidad a distintos países o en función de las características y especialidades de cada uno de los centros. La sociedad española Leonardo es la que aprueba esos proyectos dependiendo de criterios como el interés.

El programa Leonardo se basa en una entidad promotora y un socio de acogida en otro país. La entidad promotora es la que prepara el proyecto y entra en contacto con el socio de acogida. El promotor establece las condiciones en las que se realizará el curso.

Hay otro tipo de estancias Leonardo que son de ocho semanas dirigidas a todos los ciudadanos de Zaragoza. Las de 3 semanas van dirigidas a quienes han participado en alguno de los cursos del IMEFEZ .

¿Qué cometidos desarrollaron los alumnos?

Luis Benedicto: Allí los alumnos tienen programado hacer fundamentalmente dos cosas: formación en el idioma inglés y en tecnologías de la comunicación. Tienen la jornada laboral dividida en clases y a lo largo de la estancia tienen que presentar un proyecto en el idioma que han estudiado empleando los programas y recursos que les han impartido en Tecnología.

¿Qué nivel de formación se han encontrado? ¿Cómo se han desenvuelto los alumnos?

MC.:Depende de cada persona. Hay quien había participado en alguna beca del proyecto Erasmus y la manera de desenvolverse es distinta de quien sale por primera vez de España. La adaptación tanto del grupo que fue a Praga como el que viajó a Ilomantsi fue buena. Ayudó que la estancia fuera en una residencia, con lo que estábamos todos juntos. La sensación de grupo y de no sentirse aislado no se notó como cuando se está con familias de acogida.

El Programa Leonardo, ¿es un paso para mostrar que existen otros mercados en el que poder introducirse aparte del español para los jóvenes aragoneses?

MC.: Tres semanas es un corto espacio de tiempo para poder llegar a esa conclusión. Es una primera toma de contacto de que existe esa posibilidad. Es un programa muy concreto. Se trata de realizar un proyecto que sea reflejo de lo que han estudiado esas tres semanas. Sin embargo, en las estancias de ocho semanas se puede ver mejor porque se hacen prácticas en puestos de trabajo y en empresas del país.

Contestando a la pregunta diré que sí se dan cuenta de que es posible salir a trabajar fuera. Es muy bueno para ver las distintas especialidades y ver cómo se esta trabando fuera ante los mismos problemas.

Métodos


¿Han notado diferencias en la forma de acometer el trabajo? ¿Por ejemplo, en Finlandia el clima y el entorno determinan la manera de trabajar?

LB: Hay diferencias. Cada país tenemos un poco en mente que forma de ser tienen. En el caso de Finlandia son totalmente diferentes a los españoles. Siguen un programa de forma obsesiva. Son muy puntuales. Carecen de habilidades sociales pero para desarrollar un trabajo de la forma que está preestablecida son muy buenos. Es una forma de ser y trabajar diferente y conviene conocerla. Una empresa funciona como una máquina pero desde el punto de vista español será más aburrida.

MC.:
En Praga prácticamente igual. No dejan nada a la improvisación. Lo tienen todo muy programado.

¿Se pueden importar métodos e ideas de Finlandia y la República Checa a España?

LB: Yo no sé si al final esa forma de trabajo se globalizará. Si esa manera ofrece mejores rendimientos a la empresa, no nos quedará más remedio que implantarla, pero entiendo que no va a ser fácil. El clima, la tradición, la forma de vivir, las horas de luz en el caso de Finlandia, la temperatura, todo eso hace mucho. Es muy difícil trabajar en invierno con 20º, 30º ó 40º bajo cero y máquinas quitanieves en todos los sitios.

MC.: En la República Checa vienen de la esfera comunista y los métodos de trabajo eran diferentes. Desde el año 1990 ó 1992 están en una evolución económica. Esas formas de actuar teniéndolo todo controlado, desde el comienzo hasta que se acaba, se siguen manteniendo. No sé hasta que punto aquí, que no se ha trabajado así, se puede extrapolar. Cuando nos llevaron a una de las plantas de la fábrica Skoda se podía observar un riguroso control en los métodos de producción. Se deja poco a la improvisación.

¿Está bien considerado el trabajador español fuera de nuestras fronteras? ¿Cómo lo han percibido desde estos dos lugares?

MC.: En el sitio donde estuvimos habían tenido durante todo el verano grupos de españoles. A nosotros nos llegaron a decir cuando nos íbamos que no parecíamos ni españoles, porque habíamos respetado los horarios, habíamos estado muy activos. Por lo que deduje de sus palabras, los otros grupos de españoles no habían dado una buena imagen.

LB: En Finlandia, a mi entender, confundían el ser abierto y extrovertido con la juerga.

¿Cómo son las tasas de desempleo en estos países?

LB: En Finlandia, pasaron una temporada muy mala con la caída del muro. Toda la parte oriental hace frontera con Rusia, con la cual tienen una relación muy fuerte. Tuvieron tasas de desempleo que no eran imaginables en un nivel nórdico. Sobre todo, en la zona en la que estábamos nosotros, cerca de la frontera rusa. Lo han ido venciendo con una inversión muy fuerte en tecnología, en competitividad y, de hecho, las tasas de desempleo son ahora normales. Han tenido unas tasas de desempleo e inflación muy altas de los años 90.

MC.: En Praga, como consecuencia de estar en la esfera comunista, es un país eminentemente agrícola que compagina con la producción de coches. Los niveles de desempleo son similares.

{mospagebreak }Futuro

En el 2006 se acaba el Programa Leonardo, ¿se prevé que continúe en el futuro?

MC.: Lo que ocurre es que se supone que habrá una desviación de los ingresos de los Fondos Sociales Europeos no sólo al proyecto Leonardo sino a todo lo que sea formación ocupacional y otra serie de cursos. No se sabe que es lo que va a haber pero va a ser algo que le de cierta continuidad. No se trata sólo del programa Leonardo sino de los Fondo Sociales Europeos.

¿Consideran que el viaje, la estancia y las prácticas han sido adecuadas en su conjunto o que adolecen de aspectos mejorables? ¿Cuáles han sido los principales problemas con que se han encontrado?

MC.: Habrá personas que les hubiera gustado que el curso que eligieron hubiera sido más específico y otras a las que les ha parecido muy bien. Hay gente que quería aprender algo nuevo fuera de aquí y tener esa experiencia. Es muy difícil contentar a todos porque son grupos muy heterogéneos en cuanto a la formación de base y encontrar un programa de actividades prácticas que encaje al 100% en la formación que se está haciendo en los centros y en las escuelas taller es complicado. El problema puede venir por la diversidad de las personas que componen el grupo y porque el programa intenta que sea útil a todas ellas. Dependiendo de las personas, les habrá gustado más o menos. De cualquier manera, todos han realizado su trabajo final y han sacado su experiencia positiva.

¿Cómo calificarían la experiencia?

MC.: Muy positiva. Han estado tres semanas en otro país, viendo otras costumbres, otras formas de trabajo y otros horarios. Cuando cruzas los Pirineos, la cosa cambia bastante a lo que estás acostumbrado aquí. La gente del grupo de Praga ha venido muy satisfecha.

LB.: Te da la posibilidad de conocer otros países. En el caso de Finlandia comentábamos que había sido muy importante desmitificar la figura del finlandés, del nórdico. Esa imagen fría y calculadora. No son así. Se conoce cuando se va. Cuando partíamos hacia allí, pensábamos que en Finlandia todo el mundo hablaría inglés porque se ve en la televisión, y cuando vas allí te das cuenta de que pasa lo mismo que aquí: hay gente que habla inglés, otra que no lo habla, normalmente la gente mayor no lo habla y entre la gente joven hay quien lo habla y hay quien no.
Rompes un poco barreras con países de los que se tiene una imagen diferente. Observas que puedes estar a su altura. Socialmente y laboralmente podemos competir con ellos sin ningún tipo de problema.

Requisitos

¿Qué requisitos son necesarios para inscribirse en el Programa Leonardo?

MC.: Tener una edad comprendida entre los 18 y los 28 años. Además, estar realizando algún curso de formación ocupacional. Que el curso en el que se esté inscrito se halle dentro de una entidad que colabore con el programa Leonardo y promueva ese intercambio, como en este caso es el IMEFEZ.

¿Existe alguna prueba o proceso de selección? En caso de ser así, ¿qué planteamientos predominan para la elección de los alumnos?

MC.: Hay una prueba de idioma y una entrevista en la lengua de la estancia para establecer una selección. Suele haber más demandas que plazas. La prueba del idioma se hace porque consideramos que tiene que haber un nivel básico. Aunque no es la misma exigencia para una estancia de tres semanas que para una de ocho, en que se va tener que estar en un puesto de trabajo y relacionarse con más gente. En las de tres semanas, que prácticamente no hay que salir del grupo para desenvolverse, se exige un nivel mínimo para ir.

¿Incluye el Programa becas y gastos de manutención y alojamiento?

MC.: Todo está incluido en el programa. Desde el desplazamiento de Zaragoza hasta el aeropuerto donde salga el vuelo, traslado en avión y, una vez allí, alojamiento, bien en familia de acogida o residencia, manutención y transporte dentro de la ciudad. El único gasto que no se contempla es el que se quisiera hacer con visitas a museos o regalos, que no se halla dentro de la beca.

¿Reciben un diploma o título acreditativo por la realización de las prácticas? ¿Qué validez tiene?

MC.: Lo que se entrega es un certificado de lo que han estado haciendo y del proyecto final. IMEFEZ concede también un diploma de aprovechamiento a las personas que han participado en el programa. Está reconocido por el INAEM. En las instancias de ocho semanas, sÍ que hay una especie de carta de prácticas validada por la Unión Europea donde se recogen las actividades realizadas en las empresas .

LB.: Incluso los universitarios hablaban allí que obtenían créditos en doctorados y en los últimos cursos del año.

¿Dónde deben dirigirse para acceder e informarse?

MC.: Cuando el proyecto sea de tres semanas y vaya encaminado a personas que estén realizando alguna acción dentro del IMEFEZ, pueden hacer la preinscripción directamente en el Departamento de Formación y Empleo de este organismo cuya dirección es: C/ Monasterio de Samos s/n (Antiguo Matadero) 50.013 Zaragoza y su teléfono 976 724041. Si es de ocho semanas y está destinado a toda la población de Zaragoza, aparecen los anuncios en prensa.

Alumnos

Tuvimos la oportunidad de hablar con los alumnos que viajaron hasta Ilomantsi y Praga. En el primer destino recalaron Jonathan Gil e Ignacio Lahoz mientras que Mónica Rodrigo y María Teresa Frago estuvieron en el segundo. Conoceremos la impresión que sacaron de ambas estancias.
 
¿Cómo consideráis la experiencia vivida en Ilomantsi? ¿Creéis que llevabais un buen nivel?

Muy positiva. El único inconveniente fue el inglés, que no todos llevábamos el mismo nivel. A la hora de las clases era un poco difícil para la profesora porque había quien tenía peor base.

¿Con qué impresión os habéis quedado?

Finlandia es un país muy bonito, verde y azul. Íbamos en el avión y, menos la carretera, sólo ves bosques. Hay que decir que hemos estado en verano. El invierno será más crudo Eso en cuanto a la geografía. En lo relativo a la gente son muy reservados, chocan bastante con el carácter español.

¿Qué destacarías de vuestra estancia en Praga?
Lo primero la ciudad, es preciosa. Destacaban el sistema, como tienen organizada la universidad, el ambiente estudiantil y el campus. Están muy abiertos a recibir estudiantes extranjeros, tienen clases exclusivamente en inglés para gente que acuda de todo Europa, El hecho de no ir como turista sino en calidad de estudiante te permite un conocimiento mayor de toda la república checa. Las visitas de los domingos no eran a la ciudad, eran a castillos, a pueblos.

¿Observasteis diferente mentalidad en cuanto a la forma de encarar el trabajo?

Sobre todo con el respeto al compañero sí.Son mucho más serios, buscan la calidad y el esfuerzo. En España con tal de terminarlo se dan por satisfechos. Allí se plantean cada aspecto del trabajo. Allí no existen las dificultades que hay aquí para encontrar un trabajo

¿Habéis notado un cambio entre el antes y el después de haber ido a Praga?

Estamos muchísimo más sueltas con el inglés y eso siempre es importante. El conocimiento de cómo trabajan en Europa igual te abre unas perspectivas que antes no te planteabas. Te das cuenta de que sí que es viable el día de mañana trabajar fuera de España. No es tan difícil ni tan inasequible como en un principio pueda parecer.
Es más complicado verlo desde aquí, pero hasta que no pasas allí una temporada no compruebas que es más sencillo de lo que parece.

¿Por qué recomendaríais hacer uno de estos cursos y salir al extranjero?

La opción de aprender el idioma es importante. No es lo mismo estudiarlo aquí que fuera de España, donde se practica y desarrolla más. Implica otra forma de ver las cosas, estás acostumbrada a ver siempre lo mismo. Aún estando dentro de Europa observas culturas diferentes a la nuestra.
Es importante para una persona y más si es relativamente joven probar, salir al extranjero y forjarse una personalidad.