Mi valoración de esta experiencia no ha podido ser más positiva: he adquirido nuevos conocimientos y competencias profesionales, aprendido metodologías diferentes para el desempeño de mi trabajo, aplicado mis conocimientos a otros ámbitos, mejorado el inglés, he podido colaborar en asuntos interesantes y asumir cierta responsabilidad en distintas operaciones internacionales. Pero, también a nivel personal, como en las experiencias previas antes referidas, el programa Erasmus + me ha dado la oportunidad de volver a convivir con otras personas muy diferentes, he hecho nuevos y buenos amigos, me he adaptado a nuevas circunstancias, he incrementado mi actividad mental, cultural y aficiones, he renovado mi vitalidad y la seguridad en mí misma, trazándose así nuevas pinceladas en mi retrato.
Y desde Dublín estaría escribiendo estas palabras si no hubiera sido porque, nuevamente, se cruzó en mi camino la oportunidad para la que me había estado preparando, formar parte del equipo de Asesoría Jurídica en una empresa en Madrid, interviniendo principalmente en sus proyectos internacionales, en la que, ilusionada, estoy dando los primeros pasos.