Hace unas semnas, tras los trabajos desarrollados en la zona de la cocina, se advirtió la necesidad de realizar el vaciado de esta zona de la casa, algo que no se tenía previsto en el proyecto principal, lo que ha supuesto para los alumnos enfrentarse a tareas complejas y a los contratiempos propios de una obra real.
La semana pasada se terminaron las labores de vaciado, relleno y vertido de hormigón que han sido prioritarias en los últimos meses de trabajo. La dificultad para trabajar con maquinaria en el interior ha obligado a realizar todas las tareas a mano. Este tipo de intervenciones se dan más en proyectos de rehabilitación y no tanto en obra nueva, sobre todo en edificios de especial interés como es la Casa del Director de la Azucarera.
A partír de este momento, los alumnos continuarán con la terminación de los forjados, el tratamiento de la madera y se comenzará la colocación de las placas de yeso ignífugas en los techos de la vivienda.
Recordamos que esta Escuela Taller, financiada por el INAEM y el Fondo Social Europeo, dura hasta el próximo 26 de octubre y está formando a 24 alumnos en tres especialidades (albañilería, carpintería y lampista).