El objeto de esta norma es hacer efectivo el principio de igualdad de trato y la eliminación de toda discriminación contra la mujer en cualquier ámbito de la vida o actuación pública o privada.
La ley incide directamente en la realidad social para derribar todos los obstáculos que impiden a las mujeres ser realmente iguales que los hombres, eliminar cualquier tipo de discriminación y erradicar de nuestra sociedad prejuicios, estereotipos y diferencias de trato.
Además la ley traspone directivas europeas sobre igualdad en el ámbito laboral y la lucha contra la discriminación y el acoso sexual y reforma un amplio número de normas en el ámbito de acceso al empleo público las prestaciones de la Seguridad Social.
En su caso, para las trabajadoras por cuenta propia, profesionales y empresarias, la promulgación de esta ley supone que, por primera vez, los poderes públicos empiezan a considerar a este colectivo como sujetos de igualdad en el ámbito económico y sociolaboral.
Estos son algunos de los puntos en los que incide la Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y hombres:
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Esta ley hace efectivo el principio de igualdad de trato y la eliminación de toda discriminación contra la mujer.
- Contempla un conjunto de medidas transversales en todos los órdenes de la vida política, jurídica y social.
- Se reconoce el derecho a la conciliación de la vida personal y laboral y el fomento de una mayor corresponsabilidad entre mujeres y hombres en la asunción de las obligaciones familiares.
- Establece la representación equilibrada entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de las Administraciones Públicas y de los consejos de Administración de las empresas.
- Fija la composición equilibrada de hombres y mujeres en las listas electorales.
- Se establece la integración del principio de igualdad en todos los objetivos y actuaciones de las políticas educativa, de salud, de acceso a las nuevas tecnologías, a los bienes y servicios, vivienda, cultura, deporte, creación artística y cooperación al desarrollo.