Nuevos yacimientos de empleo

Los servicios de ayuda a domicilio, consecuencia de la paulatina transformación en el seno de la familia y la sociedad, van a ser una de las principales fuentes de empleo en un futuro inmediato.

Centrados en esencia en la atención a disminuidos, niños, en edad preescolar o durante sus tiempos de ocio, enfermos y personas mayores, en una sociedad cada vez más envejecida y donde el Plan Gerontólico Nacional de 1991 contempla cómo los ancianos han de seguir viviendo, a ser posible, en su entorno habitual.

A este tipo de empleo pertenecen también las comidas a domicilio, mercancías y transportes, limpieza, planchado y otros servicios domésticos.
Fuente importante de empleo en un futuro no lejano serán los jóvenes, altamente cualificados en muchas ocasiones, pero sin poder acceder a un trabajo ni una autonomía mínima -ese gran colectivo de personas entre 16 y 30 años que continúan en el hogar paterno–. La juventud se alarga.

Así las cosas, Escuelas Taller y Casas de Oficios, o "empresa de inserción" dentro del Plan de Inserción Profesional, junto al apoyo en deberes escolares o la educación en la calle, van a ser cada día más frecuentes.

Si España viene siendo el país de mayores ingresos en materia turística, el turismo rural no ha sido de gran peso hasta la fecha. Se trata de potenciar todas aquellas riquezas naturales, agrícolas, de montaña, de fauna y flora … de tantos y tantos rincones de nuestra geografía.

Lo que a su vez discurre paralelo a una mayor protección y mantenimiento de las zonas rurales, la conservación de sus espacios naturales e infraestructuras y la prevención de incendios forestales, entre otras labores. Que en el Pirineo oscense, por ejemplo, se dé un servicio de telefonía regular, como aparecía recientemente en prensa, es sólo un primer paso.

Junto a ello, la preocupación por el Medio Ambiente es fundamental, y va a continuar siéndolo, en toda Europa.

Tres millones y medio de empleados se dedican a ello, en tareas que van desde las empresas ecológicas, o el denominado "empleo verde" -creación de productos sin ningún tipo de contaminante–, al reciclado del agua y los residuos, el control de la contaminación y el ruido urbanos, la investigación ambiental, etc.

En el Informe sobre Políticas ambientales y empleo, elaborado por la OCDE en 1997, se tienen muy en cuenta los factores positivos en la creación de este tipo de empleo -un gasto económico rentable, los recursos humanos, la incidencia en el entorno …–. Nuestro país camina en el mismo sentido.

Paralelos a la economía ecológica y rural se encuentran los empleos urbanos. Desde la rehabilitación de viviendas, en el casco antiguo y en barrios obreros, o el mantenimiento cotidiano de la misma, hasta los sistemas de seguridad de edificios y la vigilancia ciudadana.

Desde la existencia de un comercio cercano y cómodo para todos, a los transportes públicos -autobús, metro, ferrocarril de cercanías …–. Sin olvidar el buen mantenimiento de los espacios públicos, la revalorización y difusión del patrimonio cultural, el ocio, el deporte … Las posibilidades son infinitas.

Pero, sin duda alguna, los yacimientos de empleo con mayor proyección de futuro son todos los relacionados con las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Como destacaría el presidente del Gobierno, José María Aznar, en la presentación del Plan Info XXI celebrado recientemente en Álava, hasta el año 2003 se estima una inversión de 825.000 en este campo.

La nueva sociedad de la información viene así a convertirse en un espacio de "libertad y pluralidad", frente a los proyectos que enfatizan un "localismo empobrecedor".

Es esencial sin embargo, el apoyo de cada comunidad autónoma, si queremos equipararnos a Europa en el desarrollo de la economía digital. El sector audiovisual, en sus diversas parcelas de producción, distribución y exhibición de películas, programas de televisión, comercialización de vídeos e industria auxiliar, es uno de los más favorecidos en dicho ámbito.

A diferencia de lo que sucede con el periodismo digital, que acaba apenas de iniciarse como nueva disciplina profesional, de muy escasa o nula rentabilidad económica.

El índice de paro bajaba considerablemente el último trimestre del pasado 2000, se estima para el próximo año la creación de unos 200.000 puestos de trabajo en España y 3.000.000 millones en Europa gracias a las nuevas tecnologías, y el Gobierno crea Planes como el de Info XXI de cara al nuevo siglo. ¿No estamos de enhorabuena?

Sin embargo, siguen siendo necesarias la inventiva y la creación de Nuevos Yacimientos de Empleo (NYE).

No en vano venimos heredando, de unos veinte años acá, un progresivo alargamiento de la vida, renovados conceptos de enseñanza, ocio y cultura, la inserción laboral de la mujer y el consiguiente en el seno familiar, las modernas tecnologías o el inevitable influjo en el entorno natural.

Consecuencias inmediatas, en el concepto y la realidad del trabajo del día a día, como se recoge en el Libro Blanco Crecimiento, competitividad y empleo.

Retos y pistas para entrar en el Siglo XXI (1993), presentado en el Consejo Europeo de Bruselas por el Presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors.

Como afirma Lorenzo Cachón en su estudio Nuevos yacimientos de empleo en España: Potencial de crecimiento y desarrollo futuro (1999), editado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, las nuevas oportunidades giran en torno a la ayuda a domicilio (niños, personas mayores …), la reinserción de jóvenes marginados, el urbanismo (vivienda, seguridad, transportes …), las nuevas tecnologías de la información y comunicación (sector audiovisual, periodismo digital …), el turismo y la atención rural, el patrimonio cultural y el medio ambiente o llamado desarrollo sostenible, etc., etc.

Qué duda cabe de que los discapacitados tienen mucho que ganar, hoy y en un futuro próximo en este rico abanico de posibilidades, ya sea como profesionales (o en centros especiales de empleo o desarrollando aquellas actividades laborales en las que fueron específicamente formados), ya como beneficiarios de los múltiples servicios generados a partir de los nuevos yacimientos.

{mospagebreak}Los nuevos yacimientos han de estar al servicio, prioritariamente, de las personas menos favorecidas en el ámbito laboral, los discapacitados entre ellas. Desde el apoyo de ONGs creadas a tal efecto, a la adaptación de un deporte, un centro público o cultural o una estación de esquí si llega el caso.

Desde el servicio de ayuda a domicilio, a una mejor accesibilidad de los transportes o la creación, por qué no, de viviendas asistidas. Todo aquello que facilite la mayor normalización posible.

El primer paso, formación y empleo, y autoempleo en concreto.

Según una reciente encuesta de la ONCE a 45 personas del sector, algunos de los trabajos más idóneos o habituales en el colectivo son los siguientes: las TICs, los servicios telemáticos, administrativos y el teletrabajo; los transportes colectivos adaptados, y el servicio de acompañamiento, información y seguridad; el mantenimiento de espacios públicos urbanos y zonas verdes; el comercio (rural, ambulante, de aproximación, en zonas urbanas periféricas …); la protección y mantenimiento de zonas naturales, servicios de ocio, limpieza, reforestación, producciones agrícolas y derivados.

Entre las ventajas que posibilitan el autoempleo a trabajadores disminuidos, se cuentan la diversidad de tareas laborales, el bajo coste inicial para ponerlo en marcha o el fácil acceso a las nuevas tecnologías y el trabajo desde el propio domicilio.

En contra, la novedad de tales iniciativas, unos trámites y obligaciones fiscales excesivamente dificultosos y el paso nada fácil de la formación previa a la realidad.

Para llevar a buen puerto la aventura, debemos asegurar cuatro puntales básicos: formación, apoyo al emprendedor, simplificación de trámites administrativos y sensibilización social.

Otra alternativa digna de tener en cuenta, en el ámbito de la discapacidad y los nuevos yacimientos, es la de los centros especiales de empleo. Citaremos algunos.

El zaragozano Inforedar Servicios, primer centro especial virtual, especializado, entre otras tareas, en la búsqueda, elaboración, gestión de información y procesos de comunicación a través de la Red Internet.

La Asociación de Minusválidos de Albacete (AMIAB), con 30 trabajadores en la actualidad, con actividades que van desde la desinfección y limpieza hasta la manufactura de productos industriales, pasando por la publicidad y el marketing directo.

Balear de Reparto, empresa puntera encargada de la correspondencia postal de todo el archipiélago. Con 340 millones facturados en 1999, una clientela distinguida y un buen número de empleados, discapacitados físicos, psíquicos y sensoriales.

Centro Tecnológico Baix Camp (nacido en Reus en 1997), para disminuidos físicos y sensoriales y dedicado al ensamblaje de ordenadores. Da una gran importancia a la formación, llegando en la actualidad a una producción de 1.000 ordenadores por día.

La Asociación FEAPS, para Personas con Retraso Mental. Con unos 6.000 trabajadores y más de 50 líneas de producción y servicios, desde el manipulado, limpieza o jardinería, hasta la mensajería, la publicidad postal y aplicaciones informáticas. Gracias a la que se ha creado la primera patronal española de centros especiales de empleo (AFEM).

La Fundación ONCE, que viene financiando por su parte la creación de los siguientes centros especiales para minusválidos físicos: APROSMO (Motril -Granada-), dedicado al montaje y manipulado de madera y cartón; GRAFINCO (Santiago de Compostela -La Coruña-), dedicado a la impresión gráfica; POLIMERIOS DECORATIVOS (El Palmar -Murcia-, 1998-), especializada en la fabricación de poliuretanos, resinas y fibra-poliéster; SINESOR (Revilla de Camargo -Santander-), de la Asociación de Sordos de Santander y Cantabria, que se dedica a la encuadernación industrial y el manipulado de papel y cartón; APADUAM (Madrid), creado a partir de un módulo prefabricado para recoger cartuchos de tinta de impresora y cartuchos de tóner de fotocopiadora, en el campus de la Universidad Autónoma; ESCLATET (Barcelona), para la fabricar productos propios de ayudas técnicas, adaptaciones de juguetes y servicios de domótica. CEOSER, creada asimismo por la ONCE, que ofrece sus servicios compartidos de gestión, administración y comerciales, a través de una completa red informática, a otras dos sociedades del grupo empresarial, Pilsa y Vinsa -encargadas de la jardinería y limpieza y de la seguridad privada, respectivamente–.
 
Si lo Nuevos Yacimientos responden, como afirma Lorenzo Cachón, "a los retos de las sociedades europeas, el desempleo y la aparición de nuevas necesidades" surgidas en nuestra sociedad, podemos estar seguros de que se trata de una renovada y sólida fuente de Empleo, en un entorno nada fácil, pero joven y creativo, en el que nos ha tocado vivir

Publicado en Empleo el 28 de marzo de 2006.