Empleo en Europa

Estos sitios tienen el mayor índice de calidad de vida, menores índices de paro y casi ningún problema estructural en sus economías.Les siguen los países del centro: Alemania, Francia, Austria y también Inglaterra. Pero aunque estos países sean fuertes en su economía, tienes problemas estructurales en su tejido industrial con repercusiones en el empleo.

Ciudadanos de segunda

Los sitios con más paro de Europa son: España, Portugal y Grecia. Aquí el problema no sólo es de paro ya que también hay retraso estructural, cultural y social. En estos países, el desempleo es consecuencia de las inadecuaciones de su economía con zonas donde se vive en situaciones de economía preindustrial y de subsistencia. En ellos la industrialización ha llegado después de la segunda guerra mundial integrándose en el sistema europeo de forma desvertebrada por lo que regiones de estas naciones han quedado fuera de la moderna economía. Es ahora, al comienzo del siglo XXI, cuando se está tomando conciencia de las oportunidades existentes a escala local para fomentar el empleo. La mayoría de los Estados miembros han promovido procesos de descentralización administrativa e institucional en sus políticas de empleo, aproximando así los mecanismos de decisión a los entes locales para satisfacer necesidades y corregir desequilibrios.

 

El gran reto de Europa

Es principal desafío es la ampliación de los países integrados en la Unión Europea. Se abrirán las puertas hacia el este, donde se contemplan doce nuevos países divididos en dos bloques: un primer bloque con un plazo más mediato de entrada compuesto por Polonia, Hungría, República Checa, Eslovenia, Estonia y Chipre, y un segundo compuesto por Letonia, Lituania, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria, Malta y Turquía. Todo ello sin olvidarnos de Rusia, que va tener un trato preferente. Si la integración se lleva a cabo, supondría una revolución en todos los sentidos.

Sin embargo, el cambio ya está produciendo. Grandes masas de trabajadores de las nacionalidades citadas, junto con ciudadanos del continente Africano, están ya trabajando en nuestras ciudades y campos contribuyendo con su trabajo a crear riqueza en los lugares donde residen. No comprendo a quienes les critican ya que no roban puestos de trabajo sino que hacen aquellas tareas que los trabajadores españoles no están dispuestos a realizar. Alemania y Francia, son un ejemplo de lo que hablo, pues a pesar de contar con índices de desempleo, tienen una gran cantidad de población inmigrante trabajando. Para una economía normal, estos trabajadores son riqueza, pues añaden capital humano al país o región donde van.

El cambio que viene

La industria y el sector servicios son los sectores que mayor desarrollo tienen y por lógica van ha seguir creciendo. Pero, el problema está en los desequilibrios regionales y en la obsoleta industrialización de algunas zonas, incapaces de absorber el desempleo que se crea al cerrar las viejas industrias.

El expresidente de la Unión Europea Jacques Delors, cree que la salida del paro pasa por el desarrollo económico en el marco de la globalización y la Europa de la moneda única excluyendo algunas políticas contraproducentes para la lucha contra el desempleo:

  • El proteccionismo, porque impide el despegue económico de los países más débiles

  • El aumento de empleo desde el Estado, porque sería inflacionista
  • La reducción del tiempo de trabajo, porque dañaría la competitividad y con ella el crecimiento de la economía
  • La reducción drástica de salarios y prestaciones sociales, ya que crean malestar


Y como opciones propone:

  • Economías sanas, que reduzcan gastos para contener el déficit público
  • Estabilidad monetaria para atraer inversiones extranjeras
  • Economía abierta al comercio exterior y descentralizada, es decir, con competencia interna

Según él, el elevado desempleo tiene sus primeras causas en la dificultad para insertarnos en la nueva división internacional del trabajo creada por la externalización productiva a escala nacional e internacional. En este contexto, algunos países en vías de desarrollo combinan tecnología punta y bajos costes salariales, lo que les da ventajas competitiva: el alto nivel de los costes del empleo y la rigidez de los mercados de trabajo en Europa y el alto coste relativo del trabajo poco cualificado.

Perspectivas

En 1990, la Comisión Europea arrancó con un paquete de 13 derechos sociales fundamentales. Estos derechos se refieren a: libre circulación de trabajadores, empleo, remuneración, mejora de las condiciones de vida, libertad de asociación y de negociación colectiva, formación profesional, igualdad de trato entre hombres y mujeres, información, consulta y participación sindical, garantía de salario mínimo para ancianos, protección de niños y adolescentes, protección de minusválidos, protección social y defensa de los consumidores. Los problemas vienen con la actual marcha de las economías, entre naciones y regiones. De todos modos, Europa nunca ha estado mejor, y su riqueza tan repartida. Aunque lo mejor son las buenas perspectivas y oportunidades económicas que trae el futuro y las nuevas tecnologías.

 

 

 

Publicado en Empleo el 18 de abril de 2006.