Los centros de formación herramientas eficaces de inserción laboral

Centro Salvador Allende
 

Actualmente el Centro de Formación Salvador Allende cuenta con ciento noventa y siete alumnos que cursan hasta catorce especialidades distintas, desde industria y construcción hasta nuevas tecnologías pasando por tapicería de muebles. Un patio, con pequeñas zonas verdes bastante cuidadas, hace las funciones de antiguo claustro rodeándose de las aulas que ocupan los casi doscientos jóvenes que pasan allí todas sus mañanas.

Rafael Peñalver, Coordinador de Formación, explica que los cursos están diseñados bajo dos prismas distintos. Por un lado están los de capacitación, en el que los alumnos parten básicamente de cero y adquieren la formación necesaria para desempeñar un oficio con posibilidades de promoción en cada ámbito. Y por otro están los de especialización, a estos cursos llegan alumnos con una formación previa, muchas veces universitaria, que necesitan adquirir un tipo de capacitación muy específica que en estos momentos demanda el mercado, el ejemplo más típico de este tipo de cursos es el de diseñador de páginas web.

Nuestros cursos, asegura Peñalver, tienen muchas ventajas a nivel formativo. Son cursos de larga duración, los hay de setecientas horas. Establecemos unos controles de calidad altos sobre nuestros alumnos, no todos los que se matriculan consiguen el diploma. La asistencia es obligatoria, los que están aquí quieren formarse en serio y además, y en esto creo que somos innovadores, inculcamos a nuestros alumnos el espíritu de la empresa. Este último punto es muy importante, el reto hoy en día no consiste en dar empleo sino en garantizar la estabilidad.

Seguimiento

Cuando nuestros alumnos vienen aquí, según Peñalver, adquirimos en cierta manera un compromiso moral con ellos. Un alumno es alumno desde que entra hasta que conseguimos que trabaje. Nosotros pretendemos decirle al alumno: "tú has venido aquí a aprender una profesión y no vamos a parar hasta que trabajes en ella". No tiene ningún sentido que nos olvidemos de los alumnos una vez que han acabado los cursos. Pueden hacer prácticas en empresas, tenemos bolsa de trabajo, tenemos intercambios con el extranjero, programa de apoyo a emprendedores, el club de empleo….

Juego de Empresas.


El Juego de Empresas es un programa a través del cual se va dando a los alumnos la formación necesaria para que sean capaces de poner en marcha su propio negocio. Se les da formación de las más diversas materias: relaciones laborales, nóminas, sistema impositivo…

Aunque suene a teoría pura y dura, nada más lejos de la realidad. Cada curso con sus 14 alumnos funciona como una empresa real. De forma ficticia, dan de alta la sociedad, contratan a los trabajadores y los trabajos que realizan en las clases prácticas los facturan al resto de los cursos de otras especialidades. Se dan continuamente intercambios económicos entre unos cursos y otros.

Como comenta el Coordinador de Formación del Salvador Allende: Un alumno que tenga que realizar como práctica una reja para una ventana, no se limita solamente a esta labor sino que va a ver a un cliente simulado, le presenta un presupuesto y posteriormente le factura. Dentro de cada grupo se van creando especializaciones de forma natural. Unos llevan más el tema administrativo, otros el trato con el cliente, otros la organización de la producción… Viven la realidad de la empresa con la diferencia de que todos nuestros documentos son simulados.

Esta claro que no es una casualidad que el 67% de los alumnos que finalizaron el año pasado ya estén trabajando.


Preparación para los exámenes oficiales de Formación Profesional.


A la vez que los alumnos realizan los cursos que han elegido a lo largo del año se les va preparando para los exámenes oficiales de Formación Profesional. De esta forma, asegura Rafael Peñalver, una vez finalizado el curso nuestros alumnos tienen la posibilidad de obtener dos titulaciones. Por un lado la nuestra, reconocida por el INAEM y por otro la de Formación Profesional homologada por el Ministerio de Educación.


Aula abierta de informática.

Y por si toda la formación que se oferta a los alumnos pudiera no ser suficiente, aún hay más. Cuentan con el Aula Abierta de Informática para que todos los alumnos que quieran de una a tres de la tarde y de forma voluntaria, puedan aprender las herramientas imprescindibles para manejarse hoy en día por el mundo de las nuevas Tecnologías de la Información y Telecomunicación: Entorno windows, programas de tratamiento de textos, idiomas o seminarios de Internet.


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Hablan los Profesores

Salvador Esteban. Profesor de tapicería del mueble.

El curso se divide en tres parte: corte, montaje y costura. Los alumnos aprenden a tapizar tanto mueble moderno como clásico. Las clases son teórico-prácticas, mientras explico los alumnos están con un mueble en las manos. Las salidas profesionales de los alumnos son sobre todo para fábricas de mueble moderno, desenfundables fundamentalmente. El mueble moderno es práctico, se utilizan materiales muy buenos y de mano de obra son más baratos.

Mis alumnos andan entre 20 y 35 años. Este grupo es bastante homogéneo y es muy fácil trabajar con ellos. Me encanta dar clase.


Ana Delia Campo. Profesora de diseño de páginas webs.

Todos los alumnos que realizan este curso deberán contar con conocimientos previos sobre el tema. Evidentemente hay mucho contenido teórico porque hay que dominar las herramientas informáticas, pero al tener delante el ordenador se hace mucho más llevadero. Los alumnos salen preparados para trabajar como diseñadores de páginas web en empresas en las que distinguen las labores de un diseñador y de un programador. De todas formas nuestros alumnos deben tener conocimientos de programación y de la parte comercial porque muchos se ponen a trabajar por cuenta propia.

Actualmente en este sector hay mucho trabajo, además es un trabajo muy creativo, mis alumnos están muy motivados. La mayor parte de ellos son universitarios de las ramas de marketing, de filosofía y letras y diseñadores gráficos. A la preselección se presentaron muchos ingenieros pero no es el perfil. El ingeniero tiene una formación muy sólida en conocimientos técnicos pero aquí de lo que se trata es de vender.

Fernando Francés. Profesor de fontanería y calefacción.

En total el curso dura 700 horas y eso se nota, está compuesto por 17 módulos y tiene una barbaridad de horas prácticas. Las clases son fundamentalmente prácticas, pero claro, también hay que aprender a realizar entre otras cosas por ejemplo cálculos de instalaciones, estos contenidos no son tan atractivos pero los alumnos entienden que son imprescindibles. Realizamos visitas a empresas, vienen también al centro de distintas fábricas a hacernos demostraciones, también contamos con material audiovisual.. Pretendemos enseñar sin que al alumno se le haga cuesta arriba el aprendizaje, de esta forma están mucho más incentivados.

Las salidas profesionales, en este momentos, son inmejorables. De los alumnos del año pasado sólo hay uno sin trabajo. Se suelen colocar en empresas medianas, pero también hemos tenido experiencia de alumnos que se han montado empresas por su cuenta. Son profesiones en las que se está ganando más dinero del que muchos piensan .

Joaquín Felipe. Profesor de automatización industrial.

Este curso está orientado a que los alumnos manejen la parte del cuadro eléctrico que controla a las máquinas que nos encontramos en la industria. El cableado eléctrico que hace posible que los motores de las máquinas funcionen a la perfección. También les damos formación de programador autómata, consiste en programar ordenadores para que sean ellos los que controlen las máquinas de las fábricas. Para realizar este curso si que son necesarios unos conocimientos mínimos de electricidad, hay alumnos de FPI y FP II, electricistas y estudiantes de ingeniería.

Las salidas más comunes son a los departamentos de mantenimiento de las empresas, tenemos antiguos alumnos en Opel, en Balay y también en pequeñas empresas que necesitan trabajadores que conozcan los últimos avances. Es muy gratificante ver que los alumnos encuentran trabajo.

Hablan los Alumnos


José María Pellicer. Alumno de carpintería de aluminio. 40 años.

Quería reorientarme profesionalmente, este es un sector con posibilidades y además me gusta mucho. Ya llevaba tiempo dándole vueltas a la cabeza. Cuando empecé el curso tenía las cosas bastante más claras que ahora. Quería montarme algo por mi cuenta pero ahora veo que para desarrollar esta profesión se precisa mucha maquinaria, mucha herramienta, un local muy grande… Eso es una inversión altísima. Es posible que vuelva a mi profesión anterior porque entrar a trabajar en una empresa de este sector no es la solución para mí, en lo que estoy ahora gano más. De todas formas esto no me ha quitado la ilusión por el curso, estoy aprendiendo y me está llenando. En mi trabajo paso mucho tiempo solo y estar todo el día rodeado de gente me encanta. La formación es muy práctica, el problema es que somos gente con edades y circunstancias muy distintas que vamos a ritmos, a veces muy dispares y eso, claro, retrasa un poco las clases.

Lo mejor del curso para mí paradójicamente es lo que está fuera de él, el aula de informática. Las instalaciones son muy buenas y la relación con los profesores y la dirección es estupenda.

Alberto Viñal. Alumno de construcciones metálicas. 17 años.

Vine aquí porque el año pasado mi hermano realizó este curso, salió contento, aprendió mucho y además está trabajando en esto. Cuando acabe a demás del curso tendré el titulo de FP I, eso me abrirá muchas puertas para encontrar trabajo. De cara al futuro, cuando ya tenga algo de experiencia, a lo mejor me plantearía montarme mi propia empresa con mi hermano. Por qué no.


Pilar Sancho. Alumna de fontanería y calefacción. 36 años.
Yo trabajaba en hostelería y quería un cambio. Deseaba recibir formación de otro tipo y elegí fontanería. Estamos en contacto un grupo de mujeres de distintos gremios complementarios con la idea de montar una cooperativa.

Este tipo de trabajo tradicionalmente lo han ocupado los hombres, no veo porque tiene que ser así, si yo quiero dedicarme a esto tengo que poder. Es verdad que cuando te llaman para algún trabajo si no saben que eres mujer, cuando te ven la sorpresa está garantizada existen ciertos recelos. Una vez realizado el trabajo la gente se queda encantada y te felicita. Dicen que somos más cuidadosas y que dejamos todo más recogido después del trabajo.

Estoy muy contenta con la decisión de hacer este curso, además tiene la ventaja de que te preparan para FPI y eso te da acceso a sacarte el carnet de instalador.

Marta Gonzalo. Alumna de diseño de páginas web. 26 años.

Yo he estudiado informática de gestión de FPII y quería mejorar mi formación. Cuando entras en este sector tienes que seguir estudiando siempre. Quiero dedicarme a esto, me gustaría dedicarme al diseño de páginas web. De todas formas hay muchos trabajos que guardan relación aunque no sean exactamente diseño de páginas.

Valoro mucho el interés de los profesores para que aprendamos, la relación con ellos es muy cercana. Aquí no se olvidan de ti cuando terminas el curso, te dan muchas opciones.

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Centro Río Gállego

Llegar al Centro Río Gállego obliga inevitablemente a cambiar el chip en cuanto al concepto que todos tenemos de formación. Al llegar a un centro así, lo lógico es imaginarse aulas con pupitres, tarimas y pizarras. Sin embargo nada más entrar llama la atención la cantidad de zonas verdes perfectamente cuidadas y separadas en función de su misión, hay verdaderas obras de arte de jardinería, invernaderos, huertos y hasta una miniestación meteorológica, mucha gente joven trabajando al aire libre y un estupendo ambiente entre profesores y alumnos que se palpa con sólo mirar.


Después de conocer a Marcos Clavel, Coordinador de Formación, todo empieza a cobrar sentido. La formación que se imparte en este centro gira alrededor de la naturaleza, uno de los nichos de mercado que se abren paso con más fuerza en todos los países desarrollados. Sus cursos formativos se dividen en dos grandes áreas, por un lado jardinería y viverismo y por otro medioambiente. Con índices de colocación tras los cursos de verdadero vértigo, se forma a muchos alumnos para las profesiones del futuro.

Con un total de once cursos a lo largo del año, actualmente tienen en marcha cinco especialidades distintas; florista, jardinero, trabajador en centros de jardinería, monitor en educación ambiental y técnico en gestión de residuos sólidos industriales.

Por citar un ejemplo podríamos hablar de las posibles salidas de un alumno del curso de trabajador en jardinería. Desde que surgieran los famosos Garden Center en EEUU en los años 50 hasta nuestros días ha llovido mucho. Los viveristas que en un principio sólo vendían plantas al por mayor empiezan a darse cuenta que el particular es un cliente potencial al que no hay que descuidar. Comienzan a dedicarse a ellos en serio, a invertir en recursos, a perfeccionar el trato con el cliente y en definitiva a comercializar gran cantidad de productos que antes para el mayorista no producían.


En nuestro país empiezan a ponerse en marcha extensiones grandes, normalmente a las afueras de las ciudades, donde se comienza a vender todo lo relacionado con el jardín, el pequeño huerto familiar e incluso los animales de compañía. Este nuevo concepto empieza a evolucionar hacia grandes centros de ocio para la familia con zonas de actividades y juegos para los más pequeños. Las personas que regentan estos negocios precisan una formación específica y en Río Gállego se encargan de formarlos.

Hablan los Profesores

Isabel Galofré. Profesora de trabajador en jardinería.

El interés del alumno en este tipo de ciclos formativos es muy alto porque al ser cursos tan prácticos ven muy de cerca la realidad laboral. Es importante, como no, la carga teórica, hay que tratar temas de atención al cliente, técnicas de venta, producción de plantas y un montón de materias más, pero lo que realmente forma al alumno es la práctica. Nuestros alumnos están en contacto con lo que va a ser su entorno laboral.
 
Las personas que salen de este curso tienen muchísimas posibilidades de inserción laboral. Normalmente recibimos por parte de las empresas muchas ofertas de trabajo.


Pilar Cabrero. Profesora de Monitor de educación ambiental.

Los alumnos han tener unos conocimientos sólidos de medioambiente y también de didáctica para saber guiar a grupos organizados en función de los objetivos que se marquen con cada uno.

Muchos antiguos alumnos han formado sus propias empresas de educación medioambiental concretamente ahora me vienen a la cabeza dos: Majuelo y Sabaya, que se van abriendo camino poco a poco. Fundamentalmente se dedican a ofrecer actividades medioambientales tanto a colegios como a distintos colectivos. También tenemos la experiencia de alumnos que han entrado a hacer prácticas en alguna empresa y ya se han quedado allí trabajando.

Julio Alcántara. Profesor de jardinería.

El objetivo del curso es formar a la gente para que pueda ser plenamente autónoma en su trabajo como jardinero. Esto implica que sean capaces de diseñar un jardín, realizar un presupuesto y llevar a cabo todo las tareas necesarias hasta que el trabajo está terminado.
 
En tres años que llevamos impartiendo el curso ya ha habido emprendedores que se han lanzado a montar su propia empresa. El cliente tipo de mis alumnos son particulares con casas con jardín.

Cristina Aisa. Gestión de residuos sólidos industriales.

Con estos cursos nos estamos anticipando a las necesidades del mercado. Con el de depuración de aguas se puede ver más claro porque la ley ya está obligando a poner depuradoras. Las empresas ya las están poniendo y parece que esta cuestión está más en la calle. Con el tema de residuos sólidos falta mucho más por hacer, estaba previsto que en Zaragoza se construyera una planta para residuos sólidos en el año 2.001, desgraciadamente hasta el 2.003 no va a funcionar.

De todas formas está claro que en este sector está empezando a haber mucho trabajo y más que habrá. En Aragón generamos una gran cantidad de residuos tanto industriales como urbanos, nuestros alumnos tienen la formación necesaria como para saber cómo tratarlos. Ese es el servicio que van a empezar a contratar todas las empresas y Ayuntamientos. Nuestros alumnos están contentos porque tienen trabajo.

Marta Solans. Profesora del curso de florista.

En esta profesión lo importante son las actitudes de la gente. En principio dedicarse a las flores puede parecer muy idílico pero la realidad de las cosas es que es un trabajo duro. Dedicarse a esto requiere esfuerzo físico, es un artículo complicado de trabajar porque es perecedero y requiere cuidados continuos, además no hay que olvidar que trabajamos de lunes a domingos y no tenemos festivos. La persona que tenga claro esto ya puede seguir adelante. Mis alumnos están muy motivados es un curso que se les hace siempre muy corto y además esto es algo que nunca se termina de aprender.

A los alumnos se les dan unas bases técnicas de color, de proporciones, de equilibrios…Además de las bases estéticas hacemos muchísimas prácticas, centros, ramos de novias, mortuorias, decoraciones de salones, escaparatismo…

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Hablan los Alumnos

Irma Río. Alumna del curso de educación ambiental. 23 años.

Me he matriculado en este curso porque el tema del medioambiente siempre me ha gustado, he estado colaborando con ONGs especializadas en estas áreas y además yo hice derecho y en la carrera no estudié absolutamente nada de medioambiente.

Personalmente me gusta el contacto con la gente y como monitora siempre estoy tratando con grupos. Las salidas profesionales que tiene este curso en principio me gustan y me estoy planteando dedicarme profesionalmente a esto a mi, no me gustaría pasar toda mi jornada laboral encerrada en un despacho. Dedicarme al medioambiente me permitiría estar todo el día al aire libre.

Pablo González. Alumno de jardinería. 22 años.

Elegí este curso porque me gusta y porque sé que tiene muchas salidas profesionales. En principio me gustaría estar un tiempo trabajando en una empresa aunque lo que yo realmente quiero es con el tiempo montar una sociedad cooperativa. Valoro mucho la formación que me dan aquí y pienso que me ayudará para encontrar trabajo.

Mª Dolores Sanz. Alumna de floristería. 54 años.

Quiero cambiar de trabajo, entré en contacto con el mundo de la floristería a través de un curso de especialista en plantas de reproducción de interior y es allí donde conocí el mundo de la floristería. En cuanto acabe quiero hacer prácticas y trabajar en una floristería. Este trabajo te permite desarrollar tu lado creativo.

La atención de los profesores es muy personalizada, el lugar donde estamos aprendiendo al estar en contacto con la naturaleza es todavía más agradable, la verdad es que estoy muy contenta. La única pega, por encontrarle alguna, es que para llegar a clase, al estar el centro a las afueras me tengo que levantar a las 6 de la mañana.

Sandra Alseda. Alumna de trabajador en centros de jardinería. 29 años.

Me enteré de la existencia de este curso por el periódico y me matriculé porque es un tema que me gusta y ya años atrás había realizado otro curso de este tipo y me encantó. Ahora quiero completar mi formación para en un futuro montar un herbolario. La diferencia entre un herbolario y una floristería es que en un herbolario se venden plantas para la salud y en una floristería el planteamiento es totalmente distinto. Complemento mi formación con un curso de naturopatía por las tardes.

Pienso que lo mejor del curso es su planteamiento práctico, se aprende mucho más.