Las nuevas formas de trabajo y sus riesgos laborales

Enfermedades Laborales

Ya a principios del año pasado CC.OO. exigía el reconocimiento de las enfermedades físicas y psicológicas que afectan a los reporteros gráficos. Presentaron un estudio que demuestra que el transporte de equipo técnico pesado como cámaras y trípodes, produce alteraciones de rodilla, patologías de la muñeca y artrosis cervical. Sin hablar de los problemas psicológicos que pueden sufrir corriendo todo el día de aquí para allá.

Y es que los tiempos cambian que es una barbaridad. El siglo XX lo comenzamos tristes por la pérdida de nuestras últimas colonias en ultramar, preocupados por la crisis económica que sufríamos por aquel entonces y sobresaltados por el golpe de Estado que al poco tiempo dio el General Primo de Rivera. Sin embargo el siglo XXI lo hemos inaugurado locos por los móviles e Internet. Parece que son cada vez menos los españoles que no han puesto un ordenador en su vida. Aliados en nuestras horas de trabajo, también tienen sus riesgos si no los usamos como es debido.

La globalización, la liberalización y las redes de información están cambiando nuestras vidas a una velocidad vertiginosa. Las relaciones laborales se vuelven flexibles y discontinuas, los horarios de trabajo se trasforman y nosotros morimos de estrés. Todos los tiempos han tenido sus pros y sus contras, y los riesgos para la salud que conlleva el trabajo han existido siempre.

Las legislaciones de cada país han sido los instrumentos para la prevención de los riesgos laborales tradicionales. En el BOE (Decreto Nº 109 reglamentario de la Ley 16.774) tenemos un glosario casi interminable de enfermedades laborales perfectamente identificadas y catalogadas. Sin embargo, los nuevos tiempos nos enfrentan a unas enfermedades laborales todavía poco conocidas, a nuevas formas de organización del trabajo, a conceptos como teletrabajo, vocablos tan nuevos como virtuales, a relaciones laborales sin regular… Los esfuerzos físicos no son el centro de nuestras tareas pero estamos empezando a sufrir enfermedades del aparato locomotor y de sostén y males psicológicos con nombres tan sofisticados como: estrés o mobbing, que producen en nosotros síntomas psicosomáticos. En cambio de los cientos de enfermedades que aparecen en el BOE ninguna hace referencia a los nuevos males del siglo XXI.

Como no podía ser de otra forma, hay miles de profesionales estudiando y trabajando para ganarle la batalla al estrés, a la ansiedad nerviosa, al insomnio y las molestias físicas, que nos produce el estar tantas horas sentados frente a la pantalla del ordenador.

Ergonomía


A grandes males grandes remedios, nace la Ergonomía. Otra palabra relativamente nueva que ya manejamos con soltura. La Ergonomía la ciencia que estudia la forma de diseñar puestos de trabajo adaptados a las características físicas de los operarios, de manera que las tareas se puedan realizar con el máximo rendimiento y la mínima fatiga posible tanto física como mental. Los estudiosos de esta materia nos hacen recomendaciones que no deben caer en saco roto.

Los que pasamos más horas con el ordenador que con nuestras familias debemos de tener en cuenta lo siguiente:

 

 

  1. Cuidado con el ratón. El uso del ratón del ordenador puede generar dolor y tensión muscular si no se mantiene una posición correcta y se hacen pausas frecuentes para destensar la musculatura de la espalda, cuello, brazos y hombros. Según un estudio publicado en la revista Ergonomics y realizado por Erick Peper, profesor de la Universidad de San Francisco, el 80% de los usuarios de los ordenadores padece algún tipo de problema físico derivado del ordenador. La solución: hacer micro-pausas dejando los brazos colgando para descargar la tensión. También se puede comprar un teclado dividido en dos partes, una para cada mano, y que no sólo permite una posición más natural en las manos, sino que además permite situar el ratón en el espacio que queda entre ellas. Lo malo es que estos teclados son algo caros y no muy fáciles de encontrar, pero tiempo al tiempo

  2. La silla de trabajo. Durante un tercio de nuestra vida permanecemos sentados y para las personas que realizan una labor de oficina el porcentaje se dispara puesto que el 70% de su jornada laboral lo pasan en una silla. Las sillas ergonómicas deben llevar reposapiés porque favorece mucho una postura correcta frente al ordenador.

  3. Teclados. Los teclados ergonómicos van divididos en dos y llevan acoplados unos reposamuñecas que evitan el continuo giro de las muñecas. Técnicamente reúnen unas características muy determinadas, la profundidad está comprendida entre 50 y 120 mm, su geometría está adaptada a la altura e inclinación de la superficie del teclado y tiene las aristas y esquinas redondeadas.

  4. Soporte para documentos. Sirve para colocar los documentos a la misma altura y en el mismo plano de visión que la pantalla. De esta forma se reducen los continuos movimientos del cuello y de cabeza, así como los requerimientos continuos de acomodación visual.

  5. Filtros. Los filtros constituyen el medio más eficaz para reducir los deslumbramientos y reflejos que proyectan las pantallas. De todas formas la distancia aconsejada entre la pantalla y el usuario del ordenador no debe ser menor a 60 o 70 cm. Aunque parezca un pequeño detalle, no hay que olvidar que la mayoría de los fracasos escolares se debe a problemas en la visión, y que el trabajo continuo a una distancia demasiado cercana al ordenador puede provocar la aparición de miopía.
{mospagebreak}Prevención

En la mayoría de los países desarrollados se entiende que la inversión en programas de prevención puede ahorrar muchos disgustos y además sale rentable. Este planteamiento goza de unanimidad, tanto por parte de los empresarios, asociaciones profesionales o aseguradoras como por parte de las instituciones públicas. La prevención de riesgos laborales en un mercado en continuo cambio es un gran reto, ya que la forma de trabajo poco tiene en común con los riesgos laborales tradicionales.

Se recurre a las relaciones públicas para poner en marcha campañas masivas de concienciación a través de los medios de comunicación, y los responsables de comunicación interna hacen lo propio con los componentes de cada empresa. Está demostrado que las empresas que invierten en prevención mejoran su imagen corporativa y los empleados están más motivados. A menudo los programas de prevención de riesgos laborales van acompañados de incentivos económicos que elevan sus índices de éxito.

 

Teletrabajadores

El colectivo más afectado por el mal uso de las nuevas tecnologías es el de los teletrabajadores, cada día son más las personas que se apuntan a esta nueva modalidad de trabajo. La Asociación de Teletrabajadores de España ofrece un foro común en su página web, de ayuda, orientación, información e intercambio de experiencias para todos los teletrabajadores que lo necesiten http://www.aet-es.org. El perfil del e-teletrabajador, según AET, es difícil de definir pero sí que es posible clasificarlos en grupos.

E-trabajadores estrellas
Los que pueden optar a cualquier forma de trabajar en razón de su formación, edad y experiencia: Los que el mercado demanda y no encuentra fácilmente. Es decir los trabajadores estrellas, como los llama Kevin Kelly.

E-trabajadores poco preparados
Los que necesitan teletrabajar porque no cumplirán nunca los requisitos del mercado tradicional de empleo (8 horas diarias de presencia, cerca de ciudades importantes).

Es el medio rural, las mujeres en el hogar, los que nunca estuvieron en el empleo o los que por edad y circunstancias han perdido su empleo y no tienen las nuevas competencias necesarias ni la flexibilidad para reciclarse y los que tienen poca formación así como los tecnófobos y los infoiletrados (son la mayoría).

Emprendedores sin experiencia
Los que pueden teletrabajar por sus actitudes pero carecen de experiencia. También carecen de medios para montar su propia estructura legal. Son muchos los jóvenes y a menudo con estudios superiores, atraídos por la flexibilidad o cansados de no encontrar un empleo interesante y bien pagado.

E-trabajador aislado
Todos los teletrabajadores cuya única posibilidad de trabajar es la red. Aquellos con gran dificultad para moverse e ir a la oficina, es decir, aquellos para quienes el hecho del lugar es fundamental: las personas del medio rural, las personas con discapacidades físicas, y las mujeres en el hogar.

En efecto hay muchas personas que no tienen otra opción que el trabajo desde casa. Para esas personas la soledad consiste en no poder trabajar ni comunicarse. El e-trabajo o el Trabajo En Red es la única oportunidad para reducir su soledad, ya que su problema es la distancia y el aislamiento.

El Trabajo En Red
Es la situación que aparece cuando varios emprendedores deciden Trabajar en Grupo, utilizando las TICs.

El Trabajo En Red se puede considerar como la evolución del Trabajo Cooperativo dentro de la Sociedad de la Información y el Conocimiento. Es la representación más genuina de una organización en la red, distribuida, no jerárquica, basada en el lema "Todos damos, todos recibimos".

E-trabajador informal (no en sentido peyorativo)
Se trata de una situación de "acuerdo informal" entre un jefe y su subordinado por el cual, dada la confianza mutua, le permite trabajar varios días al mes en casa.

E-trabajador por cuenta ajena
Son aquellos que han sido contratados por una empresa. Las nuevas condiciones derivadas de su situación, deben contemplarse por parte de los gobernantes y empresarios.

La Asociación de Teletrabajadores reivindica una serie de cambios sociales que harán el trabajo de este colectivo más agradable.

Los trabajadores autónomos necesitan, para iniciar su actividad y verla facilitada en todo momento, un cambio legislativo que potencie su arranque y ayude en las épocas de bajo nivel de negocio.

Para ello es necesario modificar el enfoque del régimen de cotización a la Seg. Social, en diversas direcciones:

  • Eliminación de trabas a la creación de primeros empleos.
  • El pago de las cuotas a la SS debería ser proporcional a la facturación y no fijo al mes, se facture o no.
También, se debe estudiar la posibilidad de eliminar o modificar el impuesto de actividades económicas de cara a propiciar la creación de empleo.

Lo que sabemos de los trabajadores, cuando se les da la máxima oportunidad y libertad para elegir su entorno de trabajo es que optan por algo así:

  • Dos o tres días a la semana prefieren socializar trabajando cara a cara con otros en entorno agradable.
  • Dos o tres días a la semana quieren trabajar en un lugar móvil o en un espacio personalizado de su casa. Esto significa que, lejos de reducir el espacio de oficinas, estamos aumentando el número de posibilidades de oficinas.
  • Un empleado puede tener una oficina como tal, otra oficina en casa, en su dormitorio, incluso en un hotel o en su automóvil.
El problema del e-trabajo, no es el de la soledad, sino la necesidad de realizar un Cambio Cultural que nos permita adaptarnos correctamente a las nuevas características marcadas por el trabajo-en-la-red y esto lo decimos generalizando no solo para las relaciones laborales, sino también para cualquiera de las nuevas relaciones ciudadanas emergentes.
Esto conduce a la necesidad de un cambio cultural, al sumergirnos en la nueva sociedad, que podemos hacer inconscientemente y a trompicones, o resolverlo de una manera consciente y asistida.

Este debería constituir uno de los objetivos profundos de cualquier "curso de e-trabajo".
Se debe dar toda clase de apoyo a la creación de redes ciudadanas y la construcción de la Asociación Española de Redes Ciudadanas (AERC) y, precisamente, entendemos que nuestra mejor aportación es ayudar a asimilar estos conceptos del Trabajo En Red.
Necesidad de trasladar a la administración un cambio en su política de subvenciones, que contemple claramente estos nuevos objetivos formadores, que entendemos fundamentales para el desarrollo de la nueva Sociedad de la Información y el Conocimiento.

Tales subvenciones deben contemplar urgentemente una política de Formación En Red, marcada por un objetivo básico de Cambio Cultural y un enfoque basado en el Aprendizaje Colaborativo.

Necesidad de que los emprendedores aprendan los conocimientos básicos empresariales que pueden hacer viable su proyecto. Este requisito, unido al aprendizaje del TER (Trabajo en Red), es otro de los objetivos fundamentales de un curso de e-trabajo orientado a la creación de PYMES basadas en las TICs.

 

Publicado en Empleo el 28 de marzo de 2006.